
Aladino aprendió que los deseos por mas inalcanzables que parezcan hay que animarse a intentarlos, arriesgarse a la aventura, dar el primer paso. Y una vez que damos ese primer paso, aunque es muy probable que nos tropecemos, siempre hay que seguir adelante. No hay que rendirse, el sueño de Aladino era casarse con la princesa y ser príncipe, él pensaba que su sueño era imposible, sin embargo, cuando la llevó a ver el mágico mundo en su alfombra mágica, supo que había hecho bien en dejarse llevar por sus deseos. Porque los deseos muchas veces son buenos guías, nos muestran hacia donde tenemos que ir. Como así también, a veces los deseos nos muestran el lugar al que hay que volver.
Gracias por ser mi genio y hacer que mis sueños se hagan realidad.
Gracias por ser mi genio y hacer que mis sueños se hagan realidad.
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